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El agua reblandece la tierra modificando su consistencia habitual.
Las emociones, si se ignoran, se apelmazan y resecan. Mejor dejarlas seguir su cauce. Liberadas de la negación, se precipitan, los sentimientos se convierten en lluvia... se filtran... la tierra, antes
firme y sólida, diluye sus limites reconstruyendose, tomando formas que jamás hubiera imaginado.
Ahora tierra y agua son una, edificandose en la verdadera energía que mueve el mundo, el amor...el amor que contiene este corazón.
Es un corazón de barro, y es magnífico !!!.... porque el amor siempre lo es.
La lluvia creó este corazón en mi jardín..., yo solo ayudé un poquito porque... una gota de lluvia lo hizo vibrar, haciendo el verdadero trabajo!!!!.
Por Elvia Cor, el lluvioso 25.1.2010.
A veces creo que los límites ayudan a no desbordarme, sin embargo creo que tiene su otro lado que es la de reconstrucción, estoy de acuerdo. Hermoso corazón hermosas palabras.
ResponderEliminarGracias
La belleza siempre está en la mirada de quien la contempla. Reconstruirse, transformar la energía que bulle por dentro en algo bello, bello como bueno, positivo, como alimento para el alma, es lo que nos hace sentirnos vivos y salir de los railes por donde solo va el tren repitiendo su camino
ResponderEliminar´siguiendo un horario... el tren está muy bien..pero...si se puede volar sin repetir siempre idénentico paisaje...montémonos en las alas de la imaginación que nos dará la posibilidad de reconstruirnos !!! que bien!!!
SER COMO UNO SUEÑA SER.