Cuando el amor está enraizado bajo la la piel.
Cuando la pasión se convierte en terremoto, las emociones en una voz desgarrada que clama desde las entrañas.
Cuando se necesita el aliento de la persona amada para respirar... Y su latir para avanzar al ritmo de un cante... Estamos hablando de un amor tempestuoso, que solo cabe en un hondo corazón.
Creado por Elvia Cor, soñando un lluvioso Enero con el sol del sur, el 19.1.2010
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