Conquista la fortaleza del Corazón. Elvia Cor.

Mira el paisaje a través de tu Corazón!
Es en tu mirar donde construyes la belleza!
Puedes contemplar a las personas, situaciones y cosas desde el recelo y la crítica, desde la queja y protesta, desde el temor y las dudas, solo focalizando tu atención en lo que no te gusta o creas no va a ir bien...
O puedes admirar lo bueno, lo bonito, y apreciar la esencia, siendo el sentimiento de amor la propia luz que te permite ver!
Y lo mismo se transforma!
Es cuando descubres que la belleza de tu realidad, del propio reino en el que habitas, siempre depende de ti y lo reinas tú!
Entonces... Conquistarlo y reinarlo con Corazón! Es fácil solo...
Mira bonito!
Piensa bonito!
Siente bonito!
Habla bonito!
Y Actúa en coherencia!
Porque la incomodidad que produce la incoherencia que chirría en tu centro cuando todos esas acciones no confluyen y se funden en la armonía de ir todas a una, esa incomodidad y angustia la sientes tú, en tu Corazón...
Y es el Corazón el que...
al desajustarse, te desajusta...
al alterarse, te altera...
al oprimirse, te oprime...
al ignorarlo, te ignora...
al dañarlo, te daña...
al entristecerlo, te entristece...
Hasta que un buen día cometes el error de pensar que para vivir sin problemas ni angustia, es mejor negar su existencia y vivir sin Corazón...
Supongo, si entras en la reflexión, te darás cuenta de que...
"Sin Corazón es imposible VIVIR"
Porque si lo conviertes solo en una máquina, actuarás cual máquina enchufado al piloto automático... Y funcionarás solo por inercia...
Y una máquina no siente, ni se estremece o emociona...
Tampoco es capaz de entender lo que los demás sienten, gusta o duele, estremece o emociona...
A una máquina... Todo le es igual y no VIVE, solo con suerte va tirando...
Te suena esa expresión? Espero no te reconozcas en ella! Y si lo haces, sea para ayudarte al detectar que...
Una máquina no disfruta ni es tenida de verdad en cuenta, porque solo cumple una función práctica, hasta que esa función ya no interesa a nadie ni para nada... Y o se estropea, o se apaga y la apagan.
Así que... Tal vez, aunque a veces lo sintamos pendiendo de un hilo, suspendido sin suelo bajo los pies y se agite, altere, sufra, tiemble, se estremezca...
Recordemos que solo al conquistar su fortaleza, disfrutamos, nos emocionamos, vivimos y amamos con intensidad, alegría y pasión!
Mejor entonces... que arranquemos y venzamos los miedos, conquistemos con valentía su centro, retomemos nuestro Poder de dirigir desde esa fortaleza, nuestra existencia y contemplemos todo y a todos... Pensemos, sintamos, hablemos actuemos y vivamos... con Corazón!
Elvia Cor.
Creado con Amor
www.elviacor.com