Quieres un corazón de caramelo? Ten en cuenta que su componente principal es el azúcar y para que se convierta en caramelo, se ha de derretir...
Es necesario elevar mucho la temperatura hasta conseguir que el azúcar, en estado sólido, se transforme en líquido.
Fácil comprobarás que no es. El corazon cuando aún es azúcar, por su textura cristalina, brilla al ser atravesado por la luz, y por su naturaleza se te escapará de entre las manos hasta esparciese por todo tu ser.
Si consigues contener ese dicharachero corazón, sería bueno que estuvieras por él, ya sabes que se ha de estar pendiente de todo aquello que se acerca al fuego, sino se puede echar a perder, incluso es posible que llegue a amargar, y seria una lástima desperdiciar todo ese potencial de dulzor..
Así que lo mejor es que lo enciendas al color de la pasión, luego vibrará de un rojo muy brillante, y seducirá tu voluntatad con solo mirarle.
Pero no adelantemos acontecimientos, pues mientras se derrite lentamente al ritmo de cómo tus manos le hacen girar, de cómo tus ojos se pierden en la cadencia de su movimiento, un aroma acaramelado envolverá el espacio que habites, hasta meterse tan dentro de ti, que mucho tendrás que retenerte para no saborearlo ya!
Ni se te ocurra!! No veas, está que arde!!!! y una quemadura de tercer grado prenderá en tu propio corazón, hasta podría llegar a arder...
Más vale retener ese impulso inicial.
Respira hondo, contemplalo simplemente. Disfruta al ver como al abrigo de tu aliento se va solidificando bellamente, formando dibujos internos en los que, tus pensamientos quedarán atrapados sin poderlo evitar.
Su semitransparecia dejará pasar la luz justa para no deslumbrarte, y así gozarás de cómo ahora se asienta ese rojo impresionante, el cual tu le has regalado con tus mimos, con tu calidez... Toda tu dedicación te será devuelta con generosidad... porque una vez se haya transformado y solidificado, no te resistirás a acercar ese insinuante corazón de caramelo a tus labios, y reposar su tacto en ellos... hasta que llegue a engancharse a tu ser.
Irremediablemente, se te hará la boca agua y querrás saborear su delicia en cada curva , en cada volumen, en cada hendidura, en cada luz de ese caramelizado corazón.
Entonces, comenzará a deshacerse rebosando en tu paladar, acaricialdolo con su dulzura y... claro, sabe tan rico, que ya no podrás parar hasta que olvide sus limites en tu interior y forme para siempre parte de ti.
A mi el dulce no me atrae especialmente, pero ahora toda la casa huele a caramelo y después de crear este corazón, no puedo despegar su azúcar de mi piel.
Creado por Elvia Cor, el 19.03.2010.
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