La noche oculta la Luna, una vela se enciende, no hay más luz que la que se refleja en un hielo flotando en la copa... El rojo es intenso y acaricia a todo lo que se encuentre al alcance de su pasión...
El corazón helado orquesta una hermosa melodía con su latir, con las notas del perfume amaderado recordando al aroma de jerez, juguetea con el leve susurro de su respirar... y así seduce el ambiente hasta embriagar el sabor del aire.
Lentamente, el calor desviste de su helor al corazón, mientras se derrite despacio, muy despacio... igual que si un ritmo alejado del tiempo guiara su sentir, y no quisiera desprenderse de ese mágico momento de sensualidad.
Toman la copa agitandola brevemente, el tintineo choca precipitado contra el borde invisible del cristal, y el contacto, tan sutil como tremendo, se convierte en sabor, en labios, en beso...
El corazón, impregnado de ese sabor, de ese aroma, de ese tacto liquido, se resiste a desaparecer embebido por la misma pasión que lo agita...
Lo que puede crear una vela encendida con cariño, con amor !!!
Qué maravilla que el fin de semana solo ha hecho que empezar, aunque esa luz especial... mejor mantenerla a diario... cling, cling !!!!
Creado por Elvia Cor el 4.03.2010.
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