Cuando florezcan corazones como amapolas a tu alrededor...
revisa tus ojos, seguro su brillo chispeante abrazará a todo cuanto observes.
Controla tu mirada, no dudes que allá donde la dirijas, fundirás en su calor al ser que alcances, haciéndolo formar parte de ti.
No te extrañe si el perfume que exalan tus palabras, en su rosa y su miel, atraiga hasta ti la sed de los corazones perdidos en el bosque.
El que sepa construirse unas alas llegará hasta ti, para refugiarse en tus delicias.
Si crecen corazones a tu alrededor igual que si fueran amapolas, guarda en tu retina su rojo fuego... así, cuando llueva sobre ellas, el agua fría no podrá apagar el color del amor y no perderás esos campos en flor en el recuerdo, sino que los disfrutarás siempre en ti.
Es curioso lo que sucedió hoy, un día estupendo, luminoso, una preciosa excursión, los campos de amapolas se mostraban exultantes, como si no fueran conscientes de su arrebatadora belleza, y de los estragos que pueden causar en los corazones despistados.
Ha sido acercarse a la flor del rojo más vibrante, y descubrir ante mis propios ojos, como sus pétalos tomaban la forma de un corazón llameante...
Impresionante !!!. No hemos ardido, la amapola y yo, de puro milagro.
Debe ser cosa de magia !!!
Creado por Elvia Cor.
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