Un corazón vital se deja penetrar por los afectos, y guarda por siempre la huella del encuentro con otro corazón...
Hay tantos corazones que se abren en su caminar y le alcanzan... Los hay, de romanticismo, de pasion, de amistad. Los hay, aún sin importar los años que tengan, ancianos, jóvenes, maduros, infantiles... Los
hay alegres, tristes, plenos, por llenar... pillos, bondadosos, amables, cucos, sinceros...
Los hay de todos los colores y aromas, y por cada huella, por cada pequeña escultura oradada en su superficie, la luz tintada de esos tonos y perfumes alcanzan su centro... Y eso es un verdadero
regalo !!!!
Cada huella es un tesoro y aunque cuando incide, a veces duele, vale la pena arriesgarse por todas las ocasiones en las que el amor toma en sus manos el cincel que lo ha acariciado, embelleciendo su interior.
Entonces, solo queda dar gracias a cada artista que ha oficiado la escultura, lo haya hecho como lo haya hecho,- seguro que dentro de sus capacidades, se desenvolvió lo mejor que supo...-, pues lo que vale es
el hueco que deja en prenda, por donde ahora entra alegre la vida, la luz.
Solo con ver este fantástico corazón, reposando en el terciopelo de estos tulipanes tempranos, vemos que vale la pena dejarse atravesar !!!!
Lo creé justo antes de que asomara la luna llena del 28.02.2010.
creado por Elvia Cor.
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